El reactor de lecho biológico se inocula con los microorganismos seleccionados que se inmovilizan en el material de relleno. El reactor se entrega y ensambla junto con un contenedor de polipropileno con fondo plano y techo cónico. Una rejilla de material sintético está integrada en el contenedor. El material de relleno está dentro de él. La suspensión de microorganismos se bombea a la circulación y el H2S se disuelve en ella.

Se utilizan microorganismos del tipo Thiobacillus (Thiooxidans). Estas bacterias son quimiolitotrofas y utilizan dióxido de carbono como fuente de carbono. El oxígeno en forma de aire es necesario para su metabolismo. La adición de aire se regula sobre el flujo de la corriente volumétrica de biogás. Se requiere una señal (4...20 mA) de la corriente volumétrica de biogás. El aire es proporcionado por un ventilador, que se controla con un convertidor de frecuencia. El contenedor está fabricado en PP. La calefacción no es necesaria. Todas las tuberías están hechas de PVC o PP (debido al bajo valor de pH de la suspensión). El cuadro y la tecnología completa se instalan en una sala de PP que se fija al contenedor. Se instala un apagado ATEX seguro en un segundo tablero de distribución fuera de la sala de tecnología. Las tuberías para el gas tienen un tamaño de DN=200 para cada tubería.

Las ventajas de las plantas de desulfuración biológica frente a otros procesos como los filtros de carbón activado o los lavadores químicos es que no hay un uso extra de productos químicos. La eliminación de azufre es del 94% de 2500 ppm a 150 ppm.