Acidificación del Digestor

La acidificación del digestor casi siempre se debe a una sobrecarga del digestor de biogás. La sobrecarga puede deberse a diversos factores:

• Sobrealimentación
• Fluctuaciones excesivas en la cantidad o calidad de la materia prima
• Fluctuaciones de temperatura
• Deficiencias de micronutrientes y/o macronutrientes
• Presencia de sustancias tóxicas.

La sobrecarga no suele estar relacionada con la carga orgánica calculada. Se produce porque las bacterias metanizadoras no crecen lo suficientemente rápido como para descomponer la materia prima en biogás.

Durante la operación de una planta de biogás, la aparición de una acidificación excesiva se puede reconocer rápidamente por signos muy simples:

• Una disminución del contenido de metano en el biogás
• Un aumento de FOS/TAC
• Un aumento de la concentración de ácido propiónico. Una disminución del contenido de metano del 52 % al 51 % durante varios días sin cambios de sustrato es una señal inequívoca de que se están desarrollando problemas en la biología del digestor.

Toda planta de biogás debe estar equipada con un analizador de gases. Si se sospecha que la calidad del biogás se está deteriorando, se debe medir inmediatamente el contenido de metano. Si efectivamente ha disminuido, se debe medir adicionalmente el FOS/TAC.

Si el FOS/TAC ha aumentado significativamente, se puede analizar una muestra del digestor para determinar las concentraciones de ácidos orgánicos. Si las concentraciones de ácido propiónico también son muy altas (superiores a 3000 mg/L) o incluso superiores a las del ácido acético, se debe reducir drásticamente la alimentación hasta que los ácidos se descompongan por completo. Esto puede tardar hasta dos meses.

Un operador experimentado de plantas de biogás puede tomar las medidas necesarias según el perfil de acidez. Cuando la acidificación está comenzando, suele ser suficiente reducir ligeramente la alimentación para permitir que la biología del digestor se estabilice y luego volver lentamente a su nivel original.